Advierto querido lector que este artículo puede parecer un poco off-topic de mi blog pero no lo es. Dado que su objetivo es instigar la producción de contenidos más relevantes, está totalmente alineado con SEO (optimización de motores de búsqueda).
Índice
¿Por qué lo escribí?
En primer lugar, porque tengo clientes que son medios de comunicación y llegan a millones de personas cada mes. Sin juicios. Espero que disfrute y pueda aprovechar este contenido.
En segundo lugar, mi consultoría SEO es holística, no sólo me importa el número de usuarios que llegan al sitio de forma orgánica a final de mes. Me importan los resultados de mis clientes. No sólo el resultado del año, sino también a largo plazo. Ese resultado que mantendrá abiertas las puertas del negocio durante años.
En tercer lugar, como internauta y consumidor de noticias quiero calidad en los contenidos que consumo. Me importa la calidad de los contenidos que reciben los lectores.
2020 ha sido una locura y los medios de comunicación a menudo no saben cómo cubrir todo lo que está sucediendo. Temas como el COVID-19, el racismo, el calentamiento global y la corrupción se abordan de forma sesgada, favoreciendo la polarización (sobre todo política).
Muchos vehículos adoptan un pensamiento de grupo insistiendo en que no son parciales. Los periodistas dicen cosas como«no nos centramos en un lado u otro de la historia, sólo llevamos la información a la gente«.
Informar desde «territorio neutral» sobre un tema relevante es una irresponsabilidad y una falta de respeto a los lectores.
No podemos hablar de objetividad o imparcialidad periodística utilizando únicamente un espectro con dos lados opuestos. No se pueden clasificar así todas las noticias de un periódico. Hay que tener una perspectiva periodística más refinada.
Lo que podemos hacer entonces es crear un sistema de clasificación de noticias algo más sólido, como sugiere el analista de medios Thomas Baekdal.
Primero definimos si estamos hablando de opiniones o de hechos. Hasta este punto, los periódicos tienen relativa facilidad para clasificar sus contenidos (aunque a veces siguen confundiéndolos).
Luego creamos otro espectro en el que definimos si algo es o no un problema. En otras palabras, no se trata de si la gente cree que es un problema, sino de si mediante comprobaciones periodísticas se descubre que lo es.
Combinando estos dos espectros podemos formatear una matriz:
El papel de los periodistas es encajar cada historia en un cuadrante. Veamos un poco cada una de ellas:
Problemas basados en hechos
En primer lugar, tenemos el cuadrante superior derecho, donde están todos los temas que se definen como problemas y que también se basan en hechos y datos reales.
Podemos encajar la corrupción en Brasil, por ejemplo, en este cuadrante.
¿Por qué? Los periodistas deben investigar. Yo, que no soy periodista, investigando en el portal de Transparencia Internacional encontré a Brasil en la posición 106 de 180 países evaluados en el Índice de Percepción de la Corrupción (estoy usando ejemplos pero, por supuesto, el periodista debe comprobar si sus fuentes son fiables).
Aun así, el MPF acepta cada día acusaciones de corrupción de los más variados tipos.
Los periodistas disponen ahora de la información necesaria para definir la corrupción como un problema real, y de datos para definirla como un hecho. Piense en ello en términos de objetividad periodística.
Los periódicos no pueden limitarse a decir:«No sabemos si esto es un problema, así que cubriremos ambas partes por igual«. Sabemos que es un problema. Informar sobre ello desde cualquier otra perspectiva es deshonesto.
La definición de «objetividad» no es ser neutral ante todos los bandos, sino ser objetivo sobre los hechos:
Objetividad (adjetivo): capacidad de centrarse en el objetivo (objetividad) o asunto en cuestión, sin mezclar opiniones o ideas personales.
Así que cuando uno, como periodista, sabe que la corrupción es real, ser objetivo no significa informar de lo que dicen todos los políticos. Significa que no permites que las opiniones políticas influyan en tu atención a los hechos.
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Problemas de opinión
En segundo lugar están todas las historias en las que sabemos que algo es un problema pero el periodista no tiene ningún hecho/dato específico que le ayude a cubrirlo.
Un ejemplo podría ser el problema de movilidad en Florianópolis, la ciudad donde vivo. No hace falta ser un genio para saber que en dos o tres días en la ciudad el tráfico es lento. Eso es un hecho. Sin embargo, la solución a este problema se basa en opiniones.
Es un problema, pero no sabemos cómo solucionarlo. Todos los partidos, entidades de clase y grupos comunitarios tienen sugerencias. Algunos quieren más autobuses, otros más carriles bici, otros transporte marítimo y algunos incluso han pensado en teleféricos.
Presente la historia a la audiencia como el problema que es, pero centre la cobertura en presentar e informar sobre las muchas soluciones y promueva un debate sobre ellas.
Como periodistas, deben presentar cada solución por igual, detallando y responsabilizando a cada una de las partes de la exactitud y utilidad de la información facilitada.
Hechos que no son problemas
Luego tenemos historias que sabemos que no son un problema, pero que otros afirman que sí lo son.
Un ejemplo de ello son los políticos y/o entidades que hablan de un tema. En Santa Catarina, por ejemplo, algunos políticos buscan incentivos fiscales para determinados sectores, como el porcino, alegando que es uno de los que más sufre las crisis y que es necesario apoyar a los productores.
En una búsqueda rápida es posible ver que esto no es cierto:
- Santa Catarina tiene el mejor desempeño de la historia en exportaciones de carne en 2019;
- Las exportaciones de soja y carne de cerdo y los buenos precios del arroz son los aspectos más destacados del Boletín de Agronegocios de junio.
Hay que tener una objetividad periodística al respecto. De lo que hablan los políticos y las entidades no es el problema que describen y tenemos datos que lo demuestran.
En este caso, no se puede informar de lo que dice el político y ofrecerle una plataforma para difundir su discurso. La responsabilidad de los periodistas es mantener al público informado de los hechos, no permitir que las opiniones de los políticos influyan en el enfoque de estos hechos.
En el ejemplo dado, si la noticia fuera el retraso en la concesión de licencias medioambientales por parte del órgano competente, posiblemente podríamos clasificarla en el primer cuadrante.
Tampoco puede convertirse en una historia de dos caras, en la que se entrevista a un político diciendo esto y a otro político diciendo lo contrario. Esto está mal porque sabemos cuáles son los hechos. Los periodistas no deben dar a la persona que miente la misma oportunidad de ser escuchada.
Opiniones que no son problemas
El último cuadrante es «peligroso». Aquí tenemos todas las historias que no son un problema para nadie, pero los políticos (u otros grupos) realmente quieren que pienses que es un problema. Las personas que hablan de ello nunca aportan datos ni pruebas, solo expresan una opinión.
En resumen, se trata de historias que, periodísticamente, no parecen ser relevantes para el público (no son un problema) y están totalmente basadas en una opinión.
El problema es que los redactores pasan demasiado tiempo en este cuadrante. ¿Por qué lo hacen? Aquí es donde están las agendas «populistas».
Si yo fuera director de un periódico, por regla general no publicaría este tipo de historias. No son problemas a pesar de todo el alboroto que puedan armar al respecto. Piense en. ¿cómo ha sido la vida de la gente en los últimos 6 meses? Vea cómo se han desarrollado las elecciones en algunos de los principales países del mundo en los últimos años. Darse cuenta del poder de los medios de comunicación y las redes sociales en nuestra vida cotidiana.
Dar voz a este tipo de contenidos (opiniones que no son temas) es dar exposición al orador y más poder a su base. Sencillamente, no puedes llamar a un terraplanista para que hable en tu programa de televisión o publique algo en tu periódico, excepto si se trata de un programa de humor.
El papel del editor es definir lo que es relevante y lo que no. No es noticia sólo porque lo diga un político. Si no es relevante, no debería publicarse.
Si tiene dudas, pida pruebas. Si no lo demuestran, con datos y/o hechos, no merece ser publicado. Si la persona que habla quiere exposición, que vaya a Facebook o WhatsApp y hable.
Tenga en cuenta que no es necesario adoptar un sesgo político o científico para clasificar un contenido. La objetividad es suficiente.
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Cómo las «noticias neutrales» crean noticias polarizantes
Cuando nos fijamos en lo que piensa la gente de las noticias, observamos que el público está cada vez más polarizado. La confianza de los ciudadanos en los vehículos está directamente relacionada con la afinidad política. La falta de confianza en la política (y en los políticos) se traduce en una menor confianza en las noticias.
Los periodistas, incluso cuando intentan ser neutrales, acaban polarizando un tema. Podemos ejemplificarlo con dos temas, uno nacional, la operación Lava Jato, y otro mundial, el calentamiento global.
En ambos casos, desde el principio su cobertura estuvo marcada por una perspectiva política. Por miedo a sacar conclusiones, los periodistas, en lugar de definir un enfoque, acabaron entrevistando a cada bando político de la cuestión al mejor estilo del «periodismo imparcial».
Ese puede ser el peor tipo de periodismo (el autodeclarado «neutral»). A falta de un acceso concreto a los hechos, los medios de comunicación se limitan a escuchar opiniones. Sabemos que el cambio climático es real, sabemos que Lava Jato pretende luchar contra la corrupción. Tratando de permanecer «neutrales», los periodistas abordan estos contenidos desde un punto de vista político (dos extremos).
Es un flaco favor que los periódicos hacen a la población tratando estos temas de forma politizada.
Cada vez que un periódico no muestra objetividad periodística acaba reforzando esta posición polarizadora. Este periodismo mantiene a la gente desinformada y polarizada, y corresponde a los lectores decidir en qué confían.
Lo mismo ocurre con el racismo.
Los lectores ven portadas de periódicos con imágenes de manifestantes en conflicto con la policía y simplemente reaccionan ante la historia que se les presenta. No hay contexto ni orientación. Luego sacan sus conclusiones. Unos dan por descontados a los policías y otros a los manifestantes.
¿Cómo solucionarlo?
Objetividad periodística. Utiliza la matriz para ordenar el contenido.
¿Dónde situaría el cambio climático en la matriz? Sabemos que es un problema. Tenemos muchos datos y estamos directa o indirectamente expuestos a ellos todo el tiempo.
Así que el cambio climático es un problema basado en hechos. Eso la sitúa firmemente en el primer cuadrante.
Debe abordarse desde esta perspectiva. Qué hacer al respecto, hablar de las comunidades locales y de cómo podrían ver los cambios, examinar los presupuestos y planes locales para prepararse y prevenir daños. Hay muchos temas que tratar.
Es importante abordar la cuestión con el enfoque adecuado. Para la cobertura del cambio climático no importa quién sea el presidente de la república. Como tal, no debe ser una cobertura políticamente sesgada, sino desde una perspectiva climática y pública.
Lo mismo ocurre con otras cuestiones, como COVID-19, por ejemplo. Tampoco se trata de una agenda centrada en la política. Es una cuestión de salud y los editores deberían centrarse en ella en lugar de permitir que los políticos la conviertan en un asunto político.
Pero no todo se basa en hechos. Por ejemplo, aunque sabemos que el cambio climático es un problema, la gente puede tener opiniones diferentes sobre cómo resolverlo. ¿Cómo cubrirlo?
Advertencia: seguimos sabiendo que el cambio climático es real. Que la gente tenga una opinión al respecto no cambia el hecho de que sea real. A veces los periodistas no tienen suficiente información para determinar qué solución sería la mejor para el problema.
De este modo, se crea un debate sobre soluciones a un problema real escuchando opiniones.
El periodismo tradicional de «ambas partes» es adecuado en este caso, pero deben escucharse y debatirse todas las soluciones posibles.
Dos puntos:
- Los periodistas deben descubrir y explorar las soluciones propuestas para conocer los hechos que las rodean. Deben pedir explicaciones, presupuestos estimados, simulaciones, etc. para defender un punto de vista. No se trata sólo de «informar al público»;
- Evite los prejuicios políticos. Es un gran error enfocar estas cuestiones desde la perspectiva política de qué partido dice qué, especialmente en años electorales.
Las historias deben centrarse en lo que contiene la solución propuesta, eliminando la política que hay detrás.
Por supuesto, usted, mi querido periodista, dirá:«Pero el presidente dijo que el calentamiento global no existe» o«Los chinos inventaron el coronavirus«.
Como he dicho antes, yo ni siquiera publicaría este tipo de artículo. Pero como yo no estoy a cargo de ningún vehículo, asignaremos este tipo de contenidos en la central.
Un político, dando una opinión que no puede defender con datos o hechos: échalo al cuadrante destinado a los idiotas que inventan y propagan tonterías por el mundo.
Ahora oigo: «Pero fue el presidente de Brasil quien dijo que el calentamiento global no existe. Y fue el presidente estadounidense quien dijo que el COVID-19 se inventó en China. ¿No tenemos los periodistas el deber de informar?«
¿Lo es? Como he dicho antes, vivimos en un mundo tan «agitado» que algunas cosas se confunden. En otros tiempos, cuando se informaba de un titular así, el político debía salir públicamente a pedir disculpas y quedaba avergonzado ante la comunidad. Hoy en día, gana exposición, seguidores en las redes sociales y a través de memes. Quién habla m…. ¡es recompensado! (No estoy tomando partido, sólo pongo ejemplos de nuestra vida cotidiana)
Así las cosas, piense en la clasificación de los contenidos. ¿Cuánto tiempo queremos que pasen los visitantes en cada cuadrante?
En otras palabras, cuando sus lectores acudan a usted, ¿qué casilla representará el mayor valor para su lector? ¿Y para la sociedad? ¿Y para su periódico?
Hay que centrarse en las historias que aportan la mejor información. Los relatos de menor valor son los de los cuadrantes inferiores de la matriz.
El enfoque en los asuntos debe ser el siguiente:
Los periódicos deberían centrarse en los problemas reales. Las cuestiones que se basan en hechos.
Cómo hacer la mejor funda
En el 5% de los casos en los que sientas que necesitas cubrir lo que ha dicho algún político, hazlo desde la perspectiva del «bocadillo de la verdad».
Jay Rosen escribió recientemente sobre este tema. Es un concepto atribuido originalmente a George Lakoff y se basa en el principio de que si hay que informar de algo que sabemos que no es cierto, siempre hay que empezar y terminar el artículo con lo que es verdad.
Como lo describe Jay Rosen (traducción mía):
- Di lo que es verdad.
- Informar de que se ha hecho una declaración falsa o dudosa. (Pero sólo si es de interés periodístico, si es importante que el público sepa que ha ocurrido. De lo contrario, utilice el silencio).
- Repite cuál es la verdad.
Un ejemplo de LIDE:
No hay pruebas claras de que la hidroxicloroquina, un fármaco antipalúdico, proteja contra el coronavirus. Donald Trump dijo hoy que lo está tomando, pero su médico no lo ha confirmado, y expertos médicos dijeron que podría tener efectos secundarios peligrosos.
Como puede verse en el ejemplo, se trata de poner entre corchetes la afirmación problemática entre afirmaciones precisas, de modo que no sea ni la primera ni la última impresión de un boletín informativo. Esto no es una solución al problema de cómo denunciar acusaciones falsas y probablemente mentiras, sólo una buena práctica que no es difícil de aprender y que mañana podría convertirse en una política de redacción.
Así que si tienes que cubrir algo en ese cuadrante inferior izquierdo, ese es el enfoque.
¿Y qué tiene que ver todo esto con el SEO?
¡Absolutamente todo! El SEO consiste en mejorar el posicionamiento en las búsquedas, pero también en mejorar los resultados empresariales.
Un periódico fracasará a la hora de atraer, monetizar y retener lectores si centra sus esfuerzos de producción de contenidos en el cuadrante de las «tonterías» (opiniones que no son temas).
Aunque esta tontería pueda dar resultados con la publicidad a corto plazo, es difícil imaginar que funcione dentro de unos años. El mercado está cambiando. Los ingresos publicitarios de los vehículos han disminuido considerablemente en la última década.
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Sin embargo, producir muchos contenidos «basura» no le hace ningún favor a su estrategia SEO. Estos contenidos son muy rápidamente perecederos. No son más que una mercancía, a menudo distribuida gratuitamente y difundida en las redes sociales. Centrarse en estos contenidos consume recursos (personas y dinero) y genera competencia interna entre los contenidos del sitio.
Demasiado contenido malo daña la estructura del sitio y puede provocar importantes pérdidas de audiencia e ingresos.
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En conclusión
Obviamente, no se puede cambiar el problema de la polarización política y la falta de confianza de la noche a la mañana. Se trata de un proceso que durará muchos años.
Si los periódicos utilizan esta matriz o un modelo similar, migrando de los cuadrantes inferiores a los superiores, los lectores estarán mejor informados y los vehículos funcionarán mejor.
La gente tiene que volver a confiar en las noticias (y en los periódicos). Tienen que verle valor. Tienen que ver el valor de suscribirse a un periódico y no limitarse a buscar noticias gratuitas y en las redes sociales.
Ser objetivo no significa entrevistar a todos por igual con una sola opinión. Significa centrarse en los hechos y no permitir que todas las personas con opiniones interfieran en ello.
Los SEO deben dejar de centrarse únicamente en las ganancias inmediatas de posicionamiento. Deben esforzarse para que los contenidos sean útiles para los usuarios/lectores. De este modo, todos prestarán un servicio a la sociedad y a sus empresas.